
No sé qué es más inquietante, que el muñeco se mueva como si estuviera teniendo un orgasmo o que cante como Tina Turner.
Había una vez un norteamericano adinerado, bonito y musculoso, con afición por el cine de género y el romanticismo. Él era feliz, exitoso, un ejemplo de vida, pero un día su novia lo dejó. Nunca más supo de ella, intentó rastrearla, no tuvo suerte.Sin más preámbulos los dejo con mi nuevo ídolo, el estereotipado, onmipresente y polifuncional Ben Ryan.
Un día, mágicamente, tuvo la mejor idea de su vida: invertir la plata de papá en un grandioso video dedicado a ella, su musa inspiradora. Quizás con eso logre ubicarla y, por qué no, reconquistarla. El video fue visto 2 millones de veces ¿ella habrá sido un dígito en ese número? Sólo el destino y el capricho del tiempo lo dirá.